El uso de los videojuegos por parte de los jóvenes puede producir consecuencias negativas en su salud mental si no se utilizan de forma adecuada. Sin embargo, que tus hijos utilicen los videojuegos no es algo negativo ni tiene por qué generar problemas, siempre y cuando se haga correctamente, aunque sí puede suponer un riesgo para su bienestar. En estos casos, es necesario contar con la ayuda de un especialista que te ofrezca todo el apoyo necesario para tener una relación sana con los videojuegos.
Efectos negativos, síntomas y forma de prevenir una conducta insana con los videojuegos
Los móviles, ordenadores y otros dispositivos específicos son las herramientas que utilizan los adolescentes para jugar, ya sea de forma individual o con amigos. Está demostrado que una dedicación excesiva puede producir efectos negativos en la salud mental de tus hijos e hijas.
Los más frecuentes son el uso patológico de los juegos y el abuso de juegos de azar y violencia. Un consumo excesivo genera diferentes efectos como ansiedad, depresión, conductas obsesivas, soledad e incluso una disminución de la inteligencia emocional, además de una menor expresión de las emociones. Por otra parte, los juegos de azar se basan en la relación recompensa-éxito, lo que genera una tendencia a desarrollar una adicción al juego; los juegos violentos, por su parte, producen altos niveles de excitación, además de cierta desensibilización en los niños y niñas.
Los síntomas que suelen desarrollar niños y adolescentes cuando no hacen un consumo responsable de los videojuegos suelen mostrarse como un cambio en su carácter, se vuelven irascibles además de manifestarse en otras formas. En cualquier caso, afectan a aspectos emocionales, cognitivos, sociales y motivacionales:
- Muestran una obsesión clara con los videojuegos y manifiestan tristeza, irritabilidad o ansiedad cuando no pueden jugar, o no se les permite, adoptando una actitud defensiva.
- No disfrutan con otras actividades con las que antes se divertían y se aíslan de sus familiares y amigos. Pasan días y días sin llevar a cabo ninguna interacción social.
- Mienten sobre el tiempo que dedican a jugar, además de perder la noción del tiempo.
- No son capaces de controlar el tiempo que les dedican y son incapaces de dejar de hacerlo por completo.
- Los utilizan como una vía de escape y el juego pasa a ser su prioridad.
Por suerte, existen ciertas herramientas que te ayudarán a prevenir los malos hábitos en el uso de videojuegos
- Crea un plan para el consumo de videojuegos que te permita conocer cuánto tiempo pasan tus hijos delante de una pantalla para evitar que dejen de lado otro tipo de actividades como las tareas escolares, el ejercicio físico o el tiempo de sueño.
- Revisa qué dispositivos electrónicos utilizan, así como qué juegos y aplicaciones emplean.
- Deja los dispositivos en zonas de uso común para mantener así la actividad en un espacio que puedas ver.
- Anima a tus hijos e hijas a realizar otras actividades, ya sea con los familiares o amigos, como dibujar, pasar el tiempo en grupo con juegos de mesa, montar en bici…
Mantener hábitos saludables es fundamental para una buena salud de niños y adolescentes
Incorporar hábitos saludables a la hora de jugar con la consola o el ordenador es una buena forma de contrarrestar sus efectos negativos en niños y adolescentes, pero también en adultos, como:
- Establecer límites de tiempo, marcarse un horario y cumplirlo es una de las maneras más eficaces de acotar el tiempo que dedicamos a los videojuegos.
- Realizar ejercicio físico es una buena medida para contrarrestar el sedentarismo de tu día a día, más aún después de jugar con el ordenador o la consola.
- Descansar entre 10 y 15 minutos por cada hora de juego para aliviar la fatiga visual que producen las pantallas.
- Evitar que el uso de videojuegos interfiera en la vida diaria es el hábito más saludable que cualquiera puede adoptar para evitar el desarrollo de algún tipo de patología relacionada.
En conclusión, la mejor forma de cuidar la salud mental de tus hijos en cuanto a videojuegos se refiere es la de hacer un uso responsable, así como establecer límites claros y definidos. Sin embargo, las obligaciones del día a día pueden hacer que desencadenen una insana relación con los videojuegos, y en estos casos es necesario recurrir al apoyo de la medicina como solución. Además de detectar que hay un problema, es importante actuar. En estos casos extremos, solo un profesional con formación y experiencia puede luchar contra esa dependencia que tus hijos e hijas han podido desarrollar.
En Centro Médico ENOVA encontrarás un equipo médico y profesional de reconocido prestigio que ofrece atención en diferentes áreas de la medicina como la pediatría, la psicología o la psicología infanto-juvenil, además de otras especialidades. Ayudaremos a tus hijos e hijas a que logren construir una relación sana con los videojuegos y puedan disfrutar de una buena salud mental.